El lentigo solar es muy frecuente en adultos de raza blanca fundamentalmente en zonas de exposición solar como la cara, escote y dorso de manos. Aparecen como manchas de color marrón más o menos oscuras generalmente múltiples. Una variante son los lentigos por quemadura solar localizados generalmente en la zona alta de la espalda. Se ha demostrado que la presencia de estos lentigos solares es un factor de riesgo independiente para el desarrollo de un melanoma.

El liquen plano es una enfermedad inflamatoria de la piel que se caracteriza por pequeñas lesiones rojo-violáceas que se localizan de forma característica en muñecas y tobillos aunque pueden afectar cualquier zona. También puede afectar al folículo pilosebáceo (liquen plano pilar) y provocar una alopecia cicatricial. Es frecuente que afecte también la mucosa oral (liquen plano oral) lo que se manifiesta por unas lesiones blanquecinas lineales localizadas sobre todo en la mucosa yugal. Es importante en estos pacientes realizar los estudios analíticos complementarios para descartar una hepatitis C asociada.

Los lunares o nevus son tumores pigmentados de estirpe benigna formados por melanocitos. Dependiendo del momento de aparición se distinguen los nevus congénitos (presentes en el momento del nacimiento o en los primeros meses) y los nevus adquiridos (de aparición progresiva a lo largo de la vida).

Las lupias o quistes tricolémicos son quistes derivados del folículo pilosebáceo localizados en cuero cabelludo. Su aparición es frecuente, más en mujeres, y a veces con un componente familiar. Pueden alcanzar un tamaño considerable y se pueden inflamar y por ello el tratamiento quirúrgico es de elección en estos casos.

El lupus eritematoso es una enfermedad con una amplia variación clínica desde formas exclusivamente cutáneas hasta formas muy graves con importante afectación sistémica. Su curso es crónico y afecta fundamentalmente a mujeres. Las manifestaciones cutáneas específicas comprenden el lupus eritematoso cutáneo crónico (lupus eritematoso discoide), el lupus eritematoso cutáneo subagudo y el lupus eritematoso cutáneo agudo.

Todas las manifestaciones cutáneas tienen una relación con la radiación ultravioleta por lo que es fundamental insistir en una adecuada protección solar además de realizar un tratamiento con medidas locales y/o sistémicas según la variante clínica y gravedad.