La hiperhidrosis es un exceso de sudoración que puede afectar una zona concreta del cuerpo (axilas, palmas y plantas) o que puede ser generalizada (formas primarias y formas secundarias a diversos trastornos fundamentalmente endocrinos). El síntoma predominante es el sudor que a veces se acompaña de frialdad de manos y pies. Es un trastorno que puede ocasionar serios problemas de relación social y laboral con las consecuencias psicológicas que para el paciente conlleva. De ahí la importancia de tratarlo.

A los tratamientos médicos convencionales añadimos en la actualidad nuevas terapias como la toxina botulínica tipo A que produce un bloqueo selectivo de la acción de la acetilcolina sobre las glándulas sudoríparas. Es un tratamiento muy eficaz y seguro sobre todo en la hiperhidrosis axilar en donde la sintomatología comienza a disminuir entre los 2-4 días y remite a la semana, si bien es necesario volver a tratar al cabo de unos meses.